Respondiendo Jesús, dijo: !Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Mateo 17:17. RV60.
Le invito a leer una vez más en Mateo 17:14 - 20 la historia del padre de familia que va a los discípulos para que sanen a su hijo, quien tal vez sufría de una extraña enfermedad mental a la cual le llamaba “lunático”, porque antes se desconocía la existencia de enfermedades mentales o emocionales y se le achacaba a los ciclos de la luna cualquier reacción mental descontrolada. Esta historia tiene resonancia en los círculos cristianos, porque el Señor a aquellos discípulos que no pudieron sanar al hijo de aquel padre de familia, les dice que ellos no pudieron hacerlo “Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Mateo 17:20. La fe es el pegamento de nuestra convicción de que conocemos al Dios vivo, real, que hizo los cielos y la tierra; que todo el universo hecho por Él se sostiene con el poder de Su voz. No podemos vivir un cristianismo sin demostración de autoridad y poder, tal como dijo el Señor a sus discípulos en Mateo 28:18 - 19a: “Toda potestad me ha sido dada en los cielos y en la tierra...por tanto id…” Si en verdad estamos plenamente convencidos de la sobrenaturalidad del nombre y persona de nuestro Dios, debemos vivir una vida sobrenatural porque con nosotros vive el Espíritu Santo. Esto no indica que dejemos de ser simples mortales, pero es un indicativo que a pesar de nuestras debilidades y fragilidades reconocemos que tenemos dentro de nuestras vidas al Dios vivo en la persona del Otro Consolador.
Esto me lleva a pensar que hay dos tipos de creyentes: El de la generación incrédula, que aunque sabe que Dios es real y existe, vive una vida cristiana sin manifestar ese poder sobrenatural de su Dios. O el creyente que plenamente convencido de la existencia de Dios y lo reconoce morando dentro de su vida, sale a comerse al mundo, enseñando, predicando y poniendo los Dones del Espíritu al servicio de todo aquel que llegue a necesitarlo. Su vida no es natural sino sobrenatural como lo es Su Dios ¿A cuál de las dos generaciones perteneces?
T.A.S.C.D.
ISAÍAS 40; SALMOS 40
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
ISAÍAS 40; SALMOS 40
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás