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...pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8, RV60.
El factor de cambio determinante en la vida de un nacido de nuevo se llama el Espíritu Santo. Solo cuando Él entra en el nuevo creyente, quien a partir de ese momento se convierte en el templo de Dios, esa vida nueva en el espíritu comienza a ser transformada hasta que sea llevada por el Espíritu hasta alcanzar la estatura de Cristo, como Efesios 4:13 lo declara.
Aquel grupo de creyentes que se encontraban orando y ayunando en la casa de Pedro, cuando ocurrió el cumplimiento de la promesa, fueron revestidos del Espíritu y sus vidas pasaron de ser comunes y silvestre para ser usadas de una forma poderosa, como la dinamita que es capaz de hacer explotar hasta la más dura roca. A ellos los llamaron en el libro de los Hechos los trastornadores, porque a donde iban todo lo ponían “patas pa´arriba”. Milagros ocurrían, sanidades se producían, cojos comenzaban a caminar sin cojera, ciegos veían y multitudes se convertían al Señor. Sus predicaciones sobre Jesús de Nazaret eran contundentes para mostrar que aquel que crucificaron en un madero seguía vivo y estaba en medio de ellos para producir todo lo que veían que hacían. Gracias al Espíritu Santo la vida de Cristo era impartida en toda persona que demandaba de la fe en Jesús, el cual moraba en todo el que se convertía al Señor. Hay algo claro que afirmar: la presencia del Espíritu Santo cambia vidas timoratas en vidas de poder y autoridad. Deja que el Espíritu como en un río permita sumergirte en su presencia y así serás revestido con dones de autoridad y poder tal como ocurre con todo aquel que disfruta de la presencia y comunión con el Dios Espíritu Santo cada día de su vida.
T.A.S.C.D.
Oseas 1 - 2
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Oseas 1 - 2
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
