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martes, 27 de julio de 2021

PORQUÉ RECHAZAMOS ALGUNOS DONES - JULIO 27






Porque no quiero hermanos que ignoréis los Dones espirituales. 1 Corintios 12:1, RV60.


¿Podrá algún creyente rechazar o menospreciar los Dones del Espíritu? Aunque la pregunta parezca necia o inapropiada puedo garantizarte que hay mucho creyente en este mundo que los menosprecia o no los considera activos para este tiempo. Hay un grueso número de miembros del cuerpo de Cristo que consideran que los Dones narrados por el Apóstol Pablo en 1 Corintios 12, 14 no son para este tiempo, así como tampoco creen que en los actuales días existan Apóstoles y Profetas, ese grupo anula los Dones Ministeriales o parte de ellos. Su hipótesis es que con la muerte del último de los Apóstoles, Juan, cesó todo mover del Espíritu, haciendo nula toda operatividad del Espíritu Santo, asunto con el que no estamos de acuerdo los que seguimos viendo el mover de Dios, por la obra del Espíritu Santo, a través de sus Dones que todavía los reparte para la edificación del Cuerpo.

Decir que los dones cesaron y que no ha habido mover del Espíritu Santo es poner a dudar la promesa de Cristo que no nos dejaría huérfanos, como también, anular que el “Otros Consolador” estaría con nosotros siempre. Sé y admito que algunos de los Dones del Espíritu pueden producir algo de rechazo o parecer algo muy místico, al punto de parecerse a ciertos ritos satánicos que practican religiones paganas o brujos, como el Don de hablar en lenguas o la interpretación de lenguas; pero debemos recordar que todo lo que hace Dios produce paz, edifica y transforma la vida humana para bien. Y aunque hablar en idiomas que no conocemos, interpretarlos o profetizar puede causar temor a personas inconversas o creyentes, ellos son repartidos por el Espíritu como Él quiere y tiene propósito de Edificar al Cuerpo del Señor, además de ser santos y vienen de Dios. Por lo cual, todo lo que es del Señor es necesario y debe hacerse en orden y decentemente como Pablo lo dice.




T.A.S.C.D.

Isaías 6/Salmos 6



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás