Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. 1 Corintios 12:31, RV60.
Entre los capítulos 12 y 14 de la primera carta a los Corintios aparece un tema que parece que no pudiera tener conexión con el asunto de los Dones espirituales que viene trabajando el Apóstol Pablo. Su discurso en el capítulo 13 es sobre la preeminencia del amor por encima de los Dones espirituales. Conocemos por Juan 3:16 que el amor de Dios es un regalo, también en el mismo evangelio y en sus cartas el Apóstol Juan hace una defensa a la ley perfecta de Cristo que es el amor. Jesús, en sus discursos a sus discípulos los invita a amarse los unos a los otros para que los del mundo pudieran saber que ellos eran sus seguidores.
El amor es un tema céntrico en la primera carta a los Corintios, lo es también en todo el Nuevo Testamento y se considera que es un Don superior a todos los demás dones del Espíritu. Y entonces aparece la recomendación del Apóstol Pablo a la iglesia de Corintio: “El amor es un camino más excelente.” De nada le vale a un creyente ser usado como instrumento de Dios como lo dice Pablo en el capítulo 13 si todo lo que hace está fuera de la esfera del amor. Sin amor el evangelio es un metal que resuena, un címbalo que retiñe, es un sonido extraño, produce ruido pero no armoniza. Para Dios es más importante el motivo por el cual le sirvo que lo estridente del milagro, o la palabra profética que salga de mi boca, o las múltiples lenguas que hable, o la palabra de sabiduría o de ciencia que salga de mi boca. Todo esto es un ruido en el cielo, si en la tierra no practico el Don del amor. El amor cubre multitudes de falta, dice Proverbios.
T.A.S.C.D.
Isaías 9/Salmos 9
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Isaías 9/Salmos 9
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás