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viernes, 2 de julio de 2021

ÉL ES DIOS CON NOSOTROS - JULIO 2






No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Juan 14:18, RV60.


El mayor conflicto a resolver para mantener viva una comunión con el Espíritu Santo es reconocerlo como Dios, porque Él es Dios. Para muchas personas el que Dios se manifieste como Padre, como Hijo o como Espíritu Santo, es un verdadero dolor de cabeza porque en su mente no alcanzan a dimensionar lo espiritual, que como dice el Apóstol Pablo para el inconverso esto es locura. Sí, aunque en la Biblia no aparezca la palabra Trinidad este es un concepto teológico que aparece allí, tanto en el Antiguo Testamento, comenzando por Génesis 1:1, hasta el mismo libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento, Dios es Trino, así lo quiso ser desde antes de la fundación del mundo. Él es el Emanuel, el Dios con nosotros, el que desciende para estar con Su pueblo y quien prometió vivir en medio nuestro, y lo ha cumplido con la persona del Espíritu Santo, quien es Dios mismo entre su pueblo.

La persona del Espíritu Santo es una promesa de Dios, de las mayores que encontramos en la Biblia, Jesús dijo a sus discípulos, entre los cuales nos contamos nosotros, que no los dejaría huérfanos, que enviaría al “Otro Consolador”, al Espíritu de verdad, quien nos lleva a toda verdad. El último día de la fiesta de pentecostés esto ocurrió, sobre los ciento veinte reunidos en el aposento alto el Espíritu Santo entró a aquel lugar como viento recio y se posó sobre aquel grupo de discípulos en forma de lenguas y sus vidas entraron en un nivel diferente de relación con Dios, de poder y de autoridad para cumplir con el llamado y comisión que el Señor les había encargado. Diez días antes lo habían visto subir al cielo en una nube, pero ahora regresaba en la persona del Espíritu de Dios y se quedaría con ellos y con todo aquel que lo reciba como Señor y Salvador de su vida. Él es Dios y sigue siendo el Emanuel que vive en y con su pueblo.




T.A.S.C.D.

Malaquías 3 - 4



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás