De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad...Romanos 8:26a. RV95.
La meta de todo hijo de Dios debe ser tener la mente de Cristo, como Pablo dice en 1 Corintios 2:16 ¿Pero cómo es esa mente del Señor? La mente tiene que ver con el sistema de pensamientos que se reflejan en nuestra decisiones cotidianas y las convicciones que dirigen nuestro sistema de valores. El Nuevo nacimiento es integral, transforma espíritu, mente, voluntad, emociones. Una mente renovada es una mente transformada que dejará de pensar como el sistema del mundo demanda pensar, para pensar como lo demanda el sistema del Reino de nuestro Padre celestial. Cuando se habla de tener la mente de Cristo, Pablo está haciendo referencia a que esa mente está diseñada para cumplir siempre la voluntad del Padre, así lo demostró mientras caminó sobre esta tierra. Él fue a una cruz a morir por el pecador por causa de tener una mente consagrada para que se cumpliera en esta tierra la justicia de Dios.
Ahora bien, para llegar a tener esa mente de Cristo contamos con la misma ayuda terrenal que el Señor tuvo: la presencia del Espíritu Santo. El Apóstol Pablo dice que el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Esa misma ayuda se la dio al Hijo de Dios en todo momento. Ella está disponible para todo aquel hijo de Dios que quiere alcanzar la no menospreciable meta de tener la mente de Cristo. Si Jesús fue ayudado por el Espíritu en sus momentos de debilidad, también nos ayuda a nosotros los creyentes en esos mismos momentos, para que la meta de ser como Él no la dejemos tirada a mitad de camino. Pídele al Espíritu Santo su ayuda y Él vendrá a auxiliarte cada vez que la requieras.
T.A.S.C.D.
Zacarías 7 - 8
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Zacarías 7 - 8
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás