36 Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Hebreos 10:36, NVI.
Fe para perseverar es una advertencia muy reiterativa en toda la carta a los Hebreos. Parte esencial de nuestra fe es mantenernos firmes en la confianza en la obra perfecta de Cristo para otorgarnos vida eterna. Cuando el autor les dice que ellos no son de los que retroceden para perdición, es porque precisamente hay un conocimiento muy profundo o avanzado de las verdades sobre la gracia de Dios, el nuevo y mejor pacto que Cristo otorga por medio de su Sacerdocio, lo que debe llevar a cada creyente a ser un fiel cumplidor de la voluntad de Dios para recibir sin obstáculo la promesa que ofrece a todo aquel que cree. La promesa del Padre es vida eterna en Cristo. Eso significa ser libre de la condenación que está predestinada desde antes de la fundación del mundo para todo aquel que rechaza esta propuesta de amor de parte del Padre. Pero también es la garantía que la segunda venida de su Hijo no es una falacia, es una realidad. Así como en los tiempos de Noé la gente no creía en que el mundo iba a ser arrasado por las aguas que caerían por 40 días, así también es la inminente segunda venida de Cristo, es una verdad de Dios que se cumplirá, aunque el mundo no lo crea o piense que es un mito cristiano.
Las persecuciones, la adversidad y todas las dificultades y pérdidas que tengamos no significan nada frente al premio que nos espera, ser rescatados de esta condición imperfecta para pasar a una condición perfecta, un cuerpo glorioso que Dios entrega a los redimidos del Señor. Aguanta, resiste, nunca dejes de perseverar, porque la premio te espera. Mantén viva tu fe. Confía en Cristo.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 20, Job 1 - 2
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 20, Job 1 - 2
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Hebreos 10:39, NVI.
En el libro de Habacuc se registra la frase más contundente y confiable que podemos tener de nuestro Padre celestial nosotros los creyente: “más el justo por su fe vivirá”. Hay dos palabras claves para entender este versículo. La primera es, “justo” y, la otra, “fe”. La vida cristiana es de total y plena certeza de fe. Fe en Dios, en Su Palabra, en sus hechos de poder, en sus milagros y en la provisión que hizo desde antes de la fundación del mundo para la salvación del perdido que se acercara a Cristo Su Unigénito Hijo para recibir salvación, sanidad, liberación y la bendita esperanza de una resurrección de los muertos para venir a gobernar con el Salvador cuando regrese nuevamente, no como siervo sino como Rey de reyes y Señor de señores, como dice el libro de Apocalipsis.
¿Cree que alguien podría regresarse a su mundo de esclavitud y pecado después de haber degustado la salvación por medio de Jesús? Bueno, el escritor de la carta a los Hebreos se vio en la necesidad de escribir este documento para aquellos judíos cristianos que estaban devolviéndose para su anterior religión de muerte, como era la ley de Moisés. Y aunque no lo creamos, en la actualidad hay muchas personas que renuncian de su fe en Jesús y terminan en religiones inventadas por el hombre o en el mismo judaísmo en que cayeron aquel grupo de creyentes destinatarios de aquella Epístola. Por eso es vital hablar en este mes de una fe para no retroceder, porque hoy las presiones del mundo y de las tinieblas se hacen más evidentes en medio del pueblo de Dios, a fin de hacerlos retroceder de su Dios y Salvador. Prepara tu corazón para recibir una palabra de fortaleza que eleve tu fe para no retroceder.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás