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viernes, 7 de mayo de 2021

FE EN MI FUTURO - MAYO 7






32 Recuerden aquellos días pasados cuando ustedes, después de haber sido iluminados, sostuvieron una dura lucha y soportaron mucho sufrimiento. 33 Unas veces se vieron expuestos públicamente al insulto y a la persecución; otras veces se solidarizaron con los que eran tratados de igual manera. 34 También se compadecieron de los encarcelados y, cuando a ustedes les confiscaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, conscientes de que tenían un patrimonio mejor y más permanente. Hebreos 10:32 - 34, NVI.


Escuchemos estas palabras del Apóstol Pablo: “Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él. ” Ro. 8:18. “¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.” Nada ni nadie puede separar a un hijo de Dios de Su Padre porque su fe tiene un ancla firme, Jesús de Nazaret. Ro. 8:36.

Nuestra vida está escondida en Cristo, eso es una realidad que no podemos olvidar. El sufrimiento no es ajeno a la vida humana y menos si se trata de creyentes en el Señor, pero nunca las persecuciones o las pérdidas de bienes materiales pueden ser argumentos suficientemente fuerte como decidir abandonar a Aquel que todo lo dio por amor a nosotros. Mi fe en Jesús es mi confianza en un futuro seguro en el cielo. Tenemos esperanza de una vida eterna, nueva y mejor, así lo ha prometido el Padre y asegurado el Hijo, esta es la razón de peso por la cual no podemos retroceder, aunque la presión que recibimos muchas veces nos agobia y nos debilita, recordemos que en Cristo nos fortalecemos y no retrocedemos.




T.A.S.C.D.

2 Crónicas 19, Cantares 8:5 - 14



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás






Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Hebreos 10:39, NVI.


En el libro de Habacuc se registra la frase más contundente y confiable que podemos tener de nuestro Padre celestial nosotros los creyente: “más el justo por su fe vivirá”. Hay dos palabras claves para entender este versículo. La primera es, “justo” y, la otra, “fe”. La vida cristiana es de total y plena certeza de fe. Fe en Dios, en Su Palabra, en sus hechos de poder, en sus milagros y en la provisión que hizo desde antes de la fundación del mundo para la salvación del perdido que se acercara a Cristo Su Unigénito Hijo para recibir salvación, sanidad, liberación y la bendita esperanza de una resurrección de los muertos para venir a gobernar con el Salvador cuando regrese nuevamente, no como siervo sino como Rey de reyes y Señor de señores, como dice el libro de Apocalipsis.

¿Cree que alguien podría regresarse a su mundo de esclavitud y pecado después de haber degustado la salvación por medio de Jesús? Bueno, el escritor de la carta a los Hebreos se vio en la necesidad de escribir este documento para aquellos judíos cristianos que estaban devolviéndose para su anterior religión de muerte, como era la ley de Moisés. Y aunque no lo creamos, en la actualidad hay muchas personas que renuncian de su fe en Jesús y terminan en religiones inventadas por el hombre o en el mismo judaísmo en que cayeron aquel grupo de creyentes destinatarios de aquella Epístola. Por eso es vital hablar en este mes de una fe para no retroceder, porque hoy las presiones del mundo y de las tinieblas se hacen más evidentes en medio del pueblo de Dios, a fin de hacerlos retroceder de su Dios y Salvador. Prepara tu corazón para recibir una palabra de fortaleza que eleve tu fe para no retroceder.




T.A.S.C.D.

2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás