1Todo sumo sacerdote es escogido de entre los hombres. Este sacerdote está encargado de ayudar al pueblo en su servicio a Dios, haciendo ofrendas y sacrificios por los pecados... 4Es un honor ser un sumo sacerdote, pero nadie elige por sí mismo este trabajo, sino que tiene que ser llamado por Dios, tal como fue llamado Aarón. 5 Lo mismo sucede con Cristo: no fue él, sino Dios, quien le dio el honor de ser sumo sacerdote. Hebreos 5:1, 4 - 5. PDT.
El Sumo Sacerdocio de Aarón tuvo un tiempo y propósito, era necesario para un pueblo que después de haber estado esclavo por más de 430 años necesitaba conocer a Dios y retomar una relación con Él. Sin un Sumo Sacerdocio la nación que salió de Egipto estaría condenada a vivir bajo idolatría por el resto de sus días.
Sin embargo, recordemos que en el libro del Éxodo Aarón fue partícipe de un gran pecado: erigir un becerro de oro, con el mismo oro que Dios les entregó a Israel como parte del pago por su tiempo sirviendo a Egipto en esclavitud. Ese metal fue usado de forma equivocada por causa de los 40 días de estancia de Moisés con Dios en el Monte Sinaí cuando estaba recibiendo las tablas de la ley de manos de Dios. Qué muestra todo esto: la debilidad del Sumo Sacerdocio humano. Aunque fue llamado y escogido, falló por su lado humano. Sin embargo Dios no lo desechó sino que lo sostuvo hasta que se diera la transferencia real y verdadera del Sumo Sacerdocio de Cristo, porque cuando Dios escoge no desecha a pesar de nuestros errores.
Ahora bien, Aarón fue llamado a este oficio, como lo fue Cristo, pero la diferencia de los dos sacerdocios es que el primero fue para un pacto antiguo, mientras que el segundo ratificaba un Nuevo Pacto de Dios para con toda la humanidad. El Sacerdocio de Cristo es universal, lleno de gracia, nos acerca a Dios sin barreras porque el velo que separaba el lugar santo del lugar santísimo ya fue rasgado en dos por causa del sacrifico único y verdadero de nuestro Sumo mediador Cristo. Aleluyaaaaa!!!!
T.A.S.C.D.
Proverbios 20; 1 Crónicas 20
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Proverbios 20; 1 Crónicas 20
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás