No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos. Mateo 5:17. NTV.
Muchos de los presentes en aquel famoso sermón de la montaña eran escribas y fariseos, hombres doctos en la ley de Moisés y en el Antiguo Testamento, quienes al escuchar al Maestro podían pensar que Jesús estaba tratando de imponer una nueva doctrina o religión, estando lejos de eso; porque la esencia de su enseñanza no era abolir la ley sino mostrar que el espíritu de la misma va más allá de cumplir una norma.
La ley tiene como propósito establecer un pacto de santidad y justicia de Dios para Su pueblo. Consistía en constituir un pueblo Santo, justo, apartado para Él. Pero Israel falló, porque en vez de vivir en el espíritu de la ley, se fue por la forma, constituyendo la forma como lo central, olvidándose que todo apuntaba a vivir con integridad, es decir: ser por fuera lo que soy por dentro, haciendo exactamente lo que soy en el corazón. Jesús mostró que el espíritu de la ley —su propósito espiritual— es muchísimo más amplio que la letra y abarca aun los pensamientos que tenemos hacia otros.
Leer: Filemón 1
Lectura complementaria: Hechos 1
Para pensar:
Lectura complementaria: Hechos 1
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.