Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15.
El gran desafío del ministerio es cómo nos presentaremos ante Dios aquellos que predicamos Su Palabra y nos tienen por maestros de la misma. Considero vital decir que entre menos argumentos humanos le presentemos a los oyentes de la Palabra, más libertad tiene el Espíritu Santo para hacer la obra de Cristo en el corazón de la iglesia.
La única manera de salvar al creyente de la doctrina del error es instruyéndolo en la Palabra; pero para que ocurra, el ministro debe ser un estudiante asiduo de la misma. No bastará con leerla y meditarla, se requiere también estudiarla y contextualizarla para que Ella sea viva para el oyente actual. El Apóstol Pablo comienza este pasaje diciendo: “Recuérdales esto”. Todo el pueblo de Dios, y especialmente aquellos que tienen responsabilidades de liderazgo dentro de él, siempre deben recordar las grandes verdades de las Escrituras. El ministerio tiene un matrimonio profundo con la PALABRA que da vida al pecador.
Leer: Apocalipsis 14
Lectura complementaria: Apocalipsis 15
Para pensar:
Lectura complementaria: Apocalipsis 15
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.