Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina
todo, hasta las profundidades
de Dios. 2 Corintios 2:10. NVI.
¿Alguna vez ha ido a la iglesia o se ha sentado y escuchado
un sermón o estudio Bíblico
donde todas las cosas dichas
estaban correctas y todos los
datos eran exactos, pero el
mensaje parecía no tener ningún poder real? Quizás fue buena información, pero faltaba el
elemento profético. No había
un sentido dinámico de que
Dios estaba hablando a través
del predicador. La iglesia debe
ser un lugar donde la gente
sienta la presencia de Dios y
oiga su voz. La voz del predicador debe ser el medio a través
del cual el Señor pueda hablarle
a su pueblo.
Por esta razón debemos
hacer nuestro mejor esfuerzo
en preparar, no solamente
nuestra mente sino también
nuestros corazones, para que
haya una sensibilidad al Espíritu
Santo y una apertura para ser
guiados por el Espíritu mientras
enseñamos y predicamos la
Palabra. Sin la presencia del
Espíritu Santo en nuestras enseñanzas, lo que predicaríamos
sería espíritu de muerte.
Leer: Apocalipsis 16
Lectura complementaria: Apocalipsis 17
Para pensar:
Lectura complementaria: Apocalipsis 17
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.