Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida. —1 Timoteo 1:5.
Nunca puede alguien pretender ministerio sin tener una profunda pasión y obediencia por la Gran Comisión y por el Gran Mandamiento. Tanto Jesús como los apóstoles lo hicieron ver muy claramente: el amor es supremo.
Jesús dijo que sus discípulos serían identificados por el amor de unos por otros. Pablo dice que el propósito del mandamiento es amor nacido de un corazón limpio. Pedro dijo amaos unos a otros ferviente mente con corazón puro, y Juan dijo aquel que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Nunca, pero jamás, podrás ser un hombre o mujer del ministerio sin que hagas del amor un elemento esencial en tu diario vivir. Dios ama al perdido y tú lo debes amar, porque el amor es lo eterno de Su Reino. Si pretendes ser llamado sin ser obediente a la Gran Comisión y al Gran Mandamiento ese llamado no viene de Dios.
Leer: Juan 6
Lectura complementaria: Juan 7
Para pensar:
Lectura complementaria: Juan 7
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.