Y darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia. Dt. 14:26.
Hay una fórmula secreta al pagar los diezmos: Puedo pedir aquello que deseo que Dios me otorgue, siempre y cuando se encuentre dentro del centro de Su voluntad. Hay algo milagroso en el dar y más cuando del diezmo se trata, y es que al darle a Dios estoy autorizado para pedir más allá de lo que necesite, puedo pedir por lo que deseo.
Algunos creyentes se pierden el gozo de pedirle a Dios por aquellas cosas que no podrían venir de otra forma diferente que entregando sus diezmos. Esta ofrenda rompe los límites para lograr que aquello que está retenido en el segundo cielo pueda ser entregado a la menor brevedad posible, porque el diezmo tiene poder para romper los cielos, es una llave maestra para la economía del Reino. Diezma y comprueba que tienes un Dios poderoso y amoroso para concederte los deseos de tu corazón.
Leer: Gé 16
Lectura complementaria: Sl 89
Para pensar:
Lectura complementaria: Sl 89
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.