La gran mayoría de los lectores de la Biblia cuando leen Génesis 28 centran su mirada en el sueño de Jacob. Reconozco que es el evento más impactante del capítulo, pero excluimos de la lectura el contexto del tema, el cual comienza desde el capítulo anterior, cuando Jacob ayudado por su madre Rebeca toma la bendición que Isaac debe dar por tradición a su hijo mayor Esaú, por ser el primogénito, quien en cierta ocasión menospreció su primogenitura y la bendición que ella otorga con tal de llenar su estomago con algo de lentejas, porque tenía hambre.
La bendición en sí misma no es señal de cielos abiertos, pero la apertura de los mismos pueden comenzar por una bendición recibida. Los cielos se abren cuando identifican a un hijo de Dios con una bendición reposando su favor y se alistan para abrirse con el fin de acelerar los tiempos y el cumplimiento del propósito y las promesas de Dios. Necesitamos que una autoridad espiritual nos envíe con su bendición que prepara el tiempo para tener un encuentro con cielos abiertos.
Leer: Mateo 11
Lectura complementaria: Salmos 15
Para pensar:
Lectura complementaria: Salmos 15
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.