Para caminar con los cielos abiertos necesitamos tener revelación y discernimiento. Cuando estamos en el lugar correcto, en el Betel (Casa de Dios), con la actitud correcta (Sólo con la bendición recibida) y con la cabeza puesta en un pedazo de roca (Símbolo de Cristo), estamos listos para tener una revelación que nos permite ver nuestros cielos abrirse.
Jacob salió por consejo de su padre Isaac para la casa de su tío Labán, allí Dios proveería esposa entre las hijas de su tío y mantendría una descenden-cia santa. El sueño de Jacob es un encuentro con Jesucristo. Juan 1:51. Antes de tener una experiencia de cielos abiertos primero debemos tener un encuentro con Dios. Ya no ne-cesitamos soñar con ángeles y escaleras, pero si necesitamos tener al Cristo que dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino es por Mí”. Ese es el comienzo para vivir una o varias tempo-rada con tus cielos abiertos.
Leer: Mateo 14
Lectura complementaria: Salmos 18
Para pensar:
Lectura complementaria: Salmos 18
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.