Cuando Dios envió a Samuel a la casa de Isaí le dijo que se había provisto rey de aquella familia. La unción que posó sobre David para gobernar lo hizo un hombre cuyo temor de Dios era presente. Cuando pecó y fue confrontado por el profeta Natán nunca se negó ni permitió que su pecado quedará
sin castigo, aunque en un principio lo ocultó. Pero cuando Dios ama a alguien nunca le permite vivir sin una disciplina para perdonar su pecado. Eso fue lo que sucedió con David.
La honra, la comunión, la constante búsqueda de la verdad. La fidelidad y el temor perseverante a su Dios y a sus autoridades fueron valores que caracterizaron a David. Amaba la justicia, la misericordia y la verdad así como Dios las ama y hacen parte de sus perfecciones. Esto y otras cosas más hicieron que Él pudiera ver en el hijo de Isaí un varón conforme a Su corazón.
Leer: Eclesiastés 10
Lectura complementaria: Eclesiastés 11
Para pensar:
Lectura complementaria: Eclesiastés 11
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.