La siguiente persona a la cual Dios llama para ser el patriarca de una nación que hasta ese momento no existía fue a Abraam, cuyo nombre significaba hasta ese momento padre exaltado, aunque no tenía heredero hasta ese momento. Esto nos ratifica una vez más que Dios llama las cosas que no son como
si fuesen hechas. De padre exaltado es llamado por Dios padre de multitudes, porque ese nombre significaría el propósito por el cual Dios lo escoge para dar comienzo a una nación especial. Su nuevo nombre: Abraham.
En Abraham Dios va a levantar un reino, un pueblo, a Israel cuyo Rey sería Él. Una nación llamada a ser un reino de sacerdotes cuya finalidad es mostrar la grandeza de su Dios y darlo a conocer a cada rincón de este planeta, misión que no lograron cumplir porque se preocuparon más por sí mismos que por el encargo dado. Abraham es el patriarca-rey de Israel, esto lo convierte en un hombre de autoridad y gobierno, un líder social y político de Dios que cumplirá con la misión encomendada:
Llevar el nombre de Dios hasta lo último de la tierra. Gn. 12:3.
Leer: Proverbios 23
Lectura complementaria: Proverbios 24
Para pensar:
Lectura complementaria: Proverbios 24
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.