Saúl no era profeta ni tuvo unción para que lo fuera, la experiencia que vivió fue declarada por el profeta Samuel cuando le dijo: “cuando el Espíritu de Dios venga sobre ti, profetizarás y serás mudado en un nuevo hombre”. V6.
La experiencia profética de Saúl fue producto de una unción especial del Espíritu Santo; de hecho, solamente aquellos siervos a quien Dios iba a usar para un ministerio específico eran ungido con el Espíritu de Dios, pero temporalmente. En el Antiguo Testamento el Espíritu Santo no moraba siempre en una persona, era esporádico y para un propósito especial. Hoy es todo lo contrario, todo aquel que ha recibido a Cristo también recibe al Espíritu Santo, quien comienza a morar en su vida y a partir de allí poder vivir experiencias proféticas todo el tiempo.
Tu vida puede elevarse a un nivel profético mientras estés ungido por el mayor de los profetas, el Señor Jesucristo. Si eres salvo Dios te ungió con Espíritu Santo: ¡Profetiza!!!
Leer: Lucas 14
Lectura complementaria:
Para pensar:
Lectura complementaria:
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.