El 95% de los creyentes no tienen dificultad en reconocer la Deidad del Padre y la del Hijo porque son muy visibles y contundentes en sus manifestaciones y relaciones con las personas que los reciben y aceptan. Pero este mismo grupo de personas tienen vidas espirituales muy pobres, en decadencia y con poco poder por no aceptar o reconocer la Deidad del Espíritu Santo.
Hay profundos temores para aceptar la presencia y manifestación del Espíritu Santo en sus vidas. Sus prejuicios y las equivocadas expresiones de mucho creyente han hecho que la vida de ese gran grueso
número de creyentes no hayan tenido un Encuentro con el Dios no conocido, llamado el Espíritu Santo. Si tu te encuentras dentro de esas estadísticas, te invito a que corras delante de Jesús y le pidas que te bautice con Espíritu Santo y fuego, y observa que tu vida cristiana es transformada en un abrir y cerrar de ojos. El Espíritu Santo es Dios ¡Créelo!
Leer: Apocalipsis 13
Lectura complementaria: Apocalipsis 14
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.