La gran diferencia entre siervo y amigo consiste en que el primero recibe órdenes para que las cumpla a su señor, pero el segundo es alguien de plena confianza, alguien en quien se le puede confiar cosas íntimas del otro.
La amistad tiene un sentido de fraternidad, mientras que el servir tiene un espíritu de dependencia. Entre otras, los siervos nunca se sentarían en la mesa de su Señor, el amigo sí.
¡El Espíritu Santo, como el Otro Consolador es un amigo! Sí, es un amigo verdadero. Es alguien con quien puedes tener intimidad, relaciones profundas y un gran compañerismo.
Tu vida espiritual es muy confiable y segura cuando invitas al Espíritu Santo a morar contigo y permitirle que juntos construyan una gran y profunda amistad. Eso elevaría tu cociente espiritual a la enésima dimensión con Dios. Seguro que sí.
Leer: Santiago 2
Lectura complementaria: Santiago 3
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.