El proceso de la fe que obra es: PENSAR, CREER, HABLAR Y ACTUAR. C. Luna.
La fe verdadera no se queda en el pensamiento, ella se declara y se actúa, porque en estas dos acciones se encuentra el poder de Dios obrando en aquello que estamos pidiendo. El Señor lo enseñó muy claramente: Lo que digas te será hecho. El único requisito: No dudar de lo que hemos declarado. La fe que Dios nos da tiene como finalidad poner de acuerdo la mente, el corazón y la boca. Cuando lo crees, lo dices y nunca lo dudas, eso que estás declarando te será hecho. Es un asunto de firmeza de palabra y de corazón.
La mente sólo puede ordenarle al pensamiento que diga aquello de lo cual tiene un profundo convencimiento; y este convencimiento permite declarar lo que se quiere ver por el poder que tiene Dios en hacer aquello que estamos creyendo con una convicción profunda. Dios llama las cosas que no son como si ya fuesen. Él crea todo.
Leer: 2 Corintios 5
Lectura complementaria: 2 Corintios 6
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.