En el evangelio de Juan el Señor le dice a sus discípulos que los había escogido para que dieran fruto, más fruto y abundante fruto. Juan 15:16. Y Así es todo lo que Dios crea y restaura, Él lo llama a fructificar de forma abundante. Sin embargo, muchas de las iglesias actuales tienen a un equipo de líderes que se conforman con lo poco que hacen para el Reino de Dios y pretenden que los frutos de multiplicación aparezcan sin ningún esfuerzo o con el mínimo posible, y eso no produce la cosecha de almas que Dios ha preparado para aquel lugar. Imagínese a un agricultor que tiene una gran campo con tierra fértil para obtener una gran cosecha, sin embargo decide sembrar solamente unas pocas semillas y luego, en el momento de la siega, reniegue de Dios o de la naturaleza porque la cosecha que recogió fue muy pequeña o insuficiente para suplir sus necesidades y cumplir con sus compromisos.
Los cimientos que se coloquen sobre un terreno determina el tamaño y estructura del edificio que se quiere construir. No se puede pretender levantar una gran torre de veinte pisos cuando el cimiento que se colocó fue para dos pisos, en cualquier momento se caerá y producirá un caos o una tragedia. Dios ha llamado a su Iglesia por medio de Cristo a levantar una gran cosecha de almas y a edificar muchas vidas con el fin de vivir la vida abundante que se promete en Juan 10:10. Para que esta meta se cumpla debemos formar un discipulado que entienda los cinco propósitos de una Iglesia Saludable. Porque eso es lo que se requiere para hacer la obra del Señor. Una Iglesia que por dentro no esté enferma para que por fuera se vea atractiva para el pecador y para aquel que se quiera reconciliar con Dios nuevamente. Adorar a Dios, Mantener un fuerte compañerismo, Discipular al nuevo convertido, Servir en la obra y alcanzar a otros son los propósitos básicos de una Iglesia de gran impacto y que provoque que las personas se una a ella y se queden en ese lugar.
La gente está buscando a Dios, pero necesita discípulos que los sepan atraer por medios espirituales pero con formación para aquella meta loable. Dios quiere un CBIM como una iglesia saludable que Adore a Dios, discipule, sirva, mantenga compañerismo y le muestre a otro el camino para encontrarse con Jesús.
Marcos Manrique
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
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sábado, 1 de septiembre de 2018
Los 5 propósitos de una iglesia saludable
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