¿Por qué vas a la iglesia? ¿Cuál es la razón de ser de tu vida cristiana? ¿Qué actividad ocupa el mayor espacio de tu vida? ¿Dónde inviertes con mucha fuerza el dinero que ganas trabajando? ¿Cómo comienza un día normal de tu vida? Cada una de estas preguntas deberías responderlas a la luz de la Palabra de Dios.
El gran problema de la iglesia de Laodicea, fue que por causa de su amor por el Señor se enriquecieron, pero las riquezas y el dinero la volvieron una congregación muy tibia para adorarlo. Creyeron que ya no tenían necesidad de ninguna cosa y se quedaron con la bendición y olvidaron
al Bendecidor. Hoy día estamos viendo la misma escena en nuestras congregaciones cristiana. Vemos creyentes que su adoración a Dios es pobre y mediocre. Le entregan a Él lo que sobra de su tiempo o de su dinero o de su servicio. Sencillamente, porque adoran más el empleo, la empresa, sus propiedades y aún el tiempo, el cual usan para el placer únicamente. Dios nos demanda el primer lugar en todo. Eso es amarlo de verdad.
Leer: Hechos 19
Lectura complementaria: Hechos 20
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?