Para mucho cristiano adorar es sinónimo de música. Nada más lejos de la verdad sobre lo que significa adoración. En Éxodo 20:4-6 el Señor le dice a Moisés: “No tendrás dioses ajenos delante de Mí, ni le adorarás…solo al Señor tu Dios adorarás y solo a Él servirás.”
La adoración es entrega plena, rendida y absoluta de todo nuestro ser a Dios. Adorar es amar a Dios sobre todas las demás personas y cosas de este mundo. Es presentar nuestro cuerpo como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, tal como Pablo lo enseña en Romanos 12:1. Ninguna persona podría llamarse cristiana sin rendir su vida a Dios y someterse a su perfecta voluntad. Todo lo que hacemos con nuestra vida tiene que ser por amor a Dios y porque determinamos honrarlo y venerarlo por encima de cualquier cosa o condición. Quien adora a Dios renuncia, se sujeta, se somete y pone a Su Señor como el centro de su existencia. Pablo definió la adoración como “ya no vivo yo sino que Cristo vive en Mí…”
Leer: Hebreos 13
Lectura complementaria: Hebreos 14
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?