Si un nacido de nuevo no es unido al cuerpo local de la iglesia de Cristo su desarrollo espiritual es más lento y de menos impacto en el mundo. Mucha gente que asiste ocasionalmente a una iglesia lo hace porque siente simpatía con el lugar, con la predicación o con la alabanza, o el trato que recibe de los miembros de la comunidad. Pero nunca está comprometido con su crecimiento y formación de Su carácter.
Se necesita el vínculo, el roce, las diferencias de opiniones y aún más, se requiere que haya oposición para crecer. Todo esto se logra en los GV y en la Iglesia local. Si lo analizas por un momento te darás cuenta que el fruto del Espíritu se perfecciona porque te estas relacionando con otras personas que piensan diferente a ti, pero que poco a poco se van poniendo de acuerdo en lo central del Evangelio: El Señor Jesucristo. A partir de allí, el carácter se va puliendo y el fruto hace su aparición en cada nueva vida cristiana, hasta formarse a la manera de Jesús.
Leer: Romanos 5
Lectura complementaria: Romanos 6
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?