La materia prima para establecer y edificar Su Iglesia es el amor del Padre. Todo acto de obediencia a Dios comienza por un acto de fe y reconocimiento del amor incondicional de Dios para con quien quiere acceder al Reino de Dios por medio de la Su familia aquí en la tierra.
Jesús, al inicio de su ministerio dijo estas palabras: “arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado”. Mateo 4:17. La palabra griega usada, fue: “Metanoía”, que significa cambio de posición. Solamente hay un requisito para ser parte de esos millones de personas en todo el mundo que se han unido al ejército de Cristo, se llama arrepentimiento. También lo conocemos como Nacer de Nuevo.
Un encuentro con Jesús es un encuentro con el amor de Dios que todo lo cambia. Quien recibe a Jesús como el Rey de su vida, también lo acepta como el Rey del nuevo Reino al cual entra a vivir por medio de la conversión, el bautismo y la membresía a una iglesia local, que lo edifique a la manera que Jesús enseña. El amor es el comienzo de tu discipulado.
Leer: Deuteronomio 34
Lectura complementaria: Números 34
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?