Romanos 12:1 - 2 es una Escritura muy contundente a la hora de definir cuál debe ser el camino a seguir después de recibir a Cristo como el Señor y Salvador de la vida. Lo primero que el Apóstol Pablo nos enseña en el 12:1, es que quien decide seguir a Cristo debe colocar su ser como “un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”; puesto que de esta manera lo estará adorando de una forma muy genuina y consciente y a la manera de Dios. No sólo somete su espíritu, sino también su razón. Lo segundo que describe este hombre de Dios es que, además de adorarlo racional e intencionalmente, somete todo su ser al evangelio de la gracia, comprendiendo que para lograr el éxito total en esta entrega debe rendir su parte racional (la mente), su parte emocional (su corazón), su consciencia y moral (libre albedrío) para tomar decisiones correctas y que sean concordantes con la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2. En pocas palabras, a esto lo podemos llamar el camino o sendero a la transformación profunda de cualquier creyente.
El profeta Jeremías, lo llama en el Antiguo Testamento volver por la senda antigua. Que por demás es mantenerse en el camino de la santidad, de la devoción, de la consagración y de la búsqueda incesante de la presencia de Dios. Sometiendo alma, espíritu y cuerpo al Dios Todopoderoso para que Él en su tiempo perfecto genere los cambios profundos que vayamos necesitando para alcanzar una espiritualidad contemplativa como resultado de una salud emocional más una salud espiritual. Juntas son una revolución.
Alcanzar una transformación profunda requiere atravesar un sendero que comenzará por el propio autoconocimiento y continuará con el rompimiento del poder de nuestro pasado, viajando a través del muro del dolor, renunciando a nuestros límites, descubriendo el ritmo de la oficina diaria, creciendo como adultos emocionales y desarrollando la regla de vida. Todas estas estaciones debemos considerarlas como parte de nuestro viaje espiritual por el sendero de nuestra transformación, cual debemos trabajar para alcanzarlas y alcanzar el propósito de Dios: Una espiritualidad contemplativa y saludable. Bienvenidos a este viaje que nos llevará a lo profundo de nuestro ser interior con nuestro compañero y ayudador, el Espíritu Santo.
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí