Dios nos creó de forma diferente a cada uno de nosotros, aunque somos sus hijos y tenemos en Cristo un nuevo tipo de sangre espiritual, el ADN de Dios se mantiene intacto, pero nos diseñó con individualidad. Lo que funciona para uno no funciona para otro. Cada persona debe afrontar su oficina diaria con Dios conociendo su propia estructura de comunicación y los recursos con los que cuenta para lograr entrar en esa comunión y adoración con Dios.
El tiempo, la hora, la duración de la oficina, los elementos que se quieran usar deben ser decidido por cada adorador. Pero hay cuatro elementos que deben mantenerse mientras estamos en ese tiempo con nuestro Padre celestial, los cuales describiremos en los siguientes tres días.
Leer: Éxodo 16
Lectura complementaria: Éxodo 17
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?