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La sabiduría no es únicamente un código secreto para la buena fama, el éxito y la prosperidad, sino también es una ley INEXORABLE para generar todo tipo de riquezas y bienes materiales e inmateriales en ésta vida.
Con la sabiduría podemos seleccionar las semillas que queremos plantar y establecer las causas adecuadas para tener los efectos deseados. La persona sabia no es inteligente, es temeroso de Dios y por ende depende de Él en todo aquello que emprende. Salomón lo entiende muy bien. Él no pidió dinero a Dios cuando éste se le apareció; pidió sabiduría y el Señor le añadió abundantes riquezas materiales. Pero él fue reconocido y tuvo fama por ser sabio no por ser el hombre más rico de la tierra en su época. Si pides sabiduría al Señor Él puede añadirte riqueza abundante ¡Alguien diga amén a eso!
Leer: Levítico 16
Lectura complementaria: Levítico 17
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
Éste y todos los mensajes publicados en éste blog han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
