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El código de la integridad es derivado del código de la santidad, porque no se podría ser santo sin ser íntegro. La integridad la podemos definir desde su etimología, la cual nos da el significado de algo indivisible, no puede separarse o dividirse porque está unido a su esencia o naturaleza. La integridad es ser lo que se es sin dejar de ser.
La esencia del hombre justo es su integridad con Dios, con el prójimo y consigo mismo. Es de una sola cara por dentro y por fuera. Es por ello que la integridad muchas veces es definida como la cualidad o virtud en la cual alguien es lo que dice ser sin tener que decirlo verbalmente, porque otros dan testimonio de quien es esa persona. Sus palabras son coherentes con sus acciones. ¿Quieres vivir con absoluta confianza? Camina en integridad. Deja que el nombre de Dios se glorifique en ti por medio de tus acciones correctas y transparentes.
Leer: Deuteronomio 9
Lectura complementaria: Números 9
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?
