UNA RELACIÓN PROFUNDA
La relación más profunda que existe entre Dios y un creyente es la de Padre e hijo. El Señor se reveló como Hijo de Dios y fue su identidad en la tierra. Cada vez que se dirigía a Dios lo honraba como Padre. Expresaba “Mi Padre y Yo”, o el “Padre que me envió”, o “las cosas que yo hago, las hago porque las he visto hacer a mi Padre”.
Jesús nos revela a Dios como el Padre. No es un mero título o el resultado de una unión carnal. Él es un Padre en todo el sentido estricto de la palabra. Es nuestro formador, Hacedor y quien nos sustenta con el poder de Su Palabra. El Apóstol Juan hace una declaración muy vital, dice que “a todos los que le recibieron (a Cristo) les ha hecho hijos de Dios. No de la carne sino del espíritu”. Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador de nuestra existencia, Dios nos une a su familia otorgándonos el título de hijos Suyos, con todos los privilegios como los tiene Su heredero Jesucristo. Así que ahora pertenecemos a la familia más importante de la tierra y el universo, la de Dios.
T.A.S.C.D. Génesis 48/Salmos 41
La relación más profunda que existe entre Dios y un creyente es la de Padre e hijo. El Señor se reveló como Hijo de Dios y fue su identidad en la tierra. Cada vez que se dirigía a Dios lo honraba como Padre. Expresaba “Mi Padre y Yo”, o el “Padre que me envió”, o “las cosas que yo hago, las hago porque las he visto hacer a mi Padre”.
Jesús nos revela a Dios como el Padre. No es un mero título o el resultado de una unión carnal. Él es un Padre en todo el sentido estricto de la palabra. Es nuestro formador, Hacedor y quien nos sustenta con el poder de Su Palabra. El Apóstol Juan hace una declaración muy vital, dice que “a todos los que le recibieron (a Cristo) les ha hecho hijos de Dios. No de la carne sino del espíritu”. Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador de nuestra existencia, Dios nos une a su familia otorgándonos el título de hijos Suyos, con todos los privilegios como los tiene Su heredero Jesucristo. Así que ahora pertenecemos a la familia más importante de la tierra y el universo, la de Dios.
T.A.S.C.D. Génesis 48/Salmos 41