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MI ALTAR FAMILIAR
Día 3. Semana 3/40.
“Recuerden, el fuego del Altar se mantendrá encendido; nunca debe apagarse”. Levítico 6:13. NTV
TEMA: EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS
TEXTO: “Entonces Dios dijo: que haya luz; y hubo luz.” Génesis 1:3. NTV.
OBSERVACIONES PRELIMINARES:
**Prepare un compartir en familia (Desayuno, almuerzo o cena)
**Este es un tiempo de exaltar el nombre de Dios y reconocerlo como el Dios de nuestro hogar.
**Haga que cada uno de los participantes del Altar Familiar participe en alguna parte de este tiempo. No mire la edad.
OREMOS:
Amado Padre celestial, hoy nos congregamos en este lugar con el único fin de mantener la llama encendida del altar familiar. Mi familia y yo te damos inmensas gracias por todo lo bueno que has sido con nosotros, reconociendo que tu Palabra nos ha dado vida nueva, en el nombre de Jesús, amén.
MEDITEMOS EN FAMILIA:
Cada semana desde que iniciamos este tiempo de Altar Familiar nos reunimos en familia para exaltar y adorar el nombre de Aquel que dio su vida en una cruz para darnos salvación y vida eterna. Hemos venido meditando en el poder creador de Dios a través del primer capítulo de Génesis y es mucho lo que estamos aprendiendo. Lo primero que aprendimos es que tenemos un Dios Todopoderoso, lo segundo, es que cuando todo era un caos el Espíritu de Dios se movía sobre la faz del abismo y cubría toda la tierra. Esto último nos enseñó que nuestro Padre nunca nos abandona en medio de cualquier situación caótica que estemos atravesando, Su presencia siempre nos acompaña y nos ayuda en cualquier desierto o prueba. Su promesa es “no los dejaré ni los desampararé”.
Hoy nos proponemos identificar el poder de Su Palabra. La Biblia dice en Génesis 1:3 “y dijo Dios…” y algo pasó: fue hecha la luz. Cuando la oscuridad cubría la faz de la tierra, Dios trajo la luz a este mundo para que ya no fuese las tinieblas las que prevalecieran sobre Su creación. Esta luz vino a traer algo nuevo y a recordarnos que “una palabra Suya basta para sanar”. Jesús dijo que “cielo y tierra pasarán, pero la palabra de Dios no pasará hasta que ella se cumpla.” Esta promesa debe llenarnos de total confianza en que la Palabra de Dios no regresa a Él vacía hasta que cumpla todo el propósito por cual Él la envía. Isaías 55:10 – 11. Si alguno de nosotros tenemos duda de Su Palabra, este momento podemos aprovecharlo para pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a confiar cada día más en el poder que tiene dicha Palabra. Recordemos que cuando Dios habla los cielos y la tierra se alinean para cumplir Su voluntad. Toda Palabra de Dios es verdadera. Eso es prenda de garantía para esta casa y para cada uno de sus miembros. Oremos pidiendo a Dios que nos revele Su Palabra.
PARTICIPACIÓN EN FAMILIA:
• ¿Hay algún testimonio del poder de la Palabra de Dios en su vida?
• ¿Puede alguien dar gracias a Dios por la fidelidad de Su Palabra?
• Quien dirige el Altar Familiar haga una corta oración de cierre.
CIERRE DE ESTE TIEMPO EN FAMILIA:
• Podemos escoger una canción que exalte al Espíritu Santo, escucharla y cantarla juntos.
• Alguien de los participantes puede hacer una oración de cierre de este tiempo.
• El padre o la madre de la casa que está participando en el altar familiar toma el texto de Números 6:24 – 26, lo lee para todos y bendice a sus hijos. Puede personalizar esta oración: 24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Día 3. Semana 3/40.
“Recuerden, el fuego del Altar se mantendrá encendido; nunca debe apagarse”. Levítico 6:13. NTV
TEMA: EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS
TEXTO: “Entonces Dios dijo: que haya luz; y hubo luz.” Génesis 1:3. NTV.
OBSERVACIONES PRELIMINARES:
**Prepare un compartir en familia (Desayuno, almuerzo o cena)
**Este es un tiempo de exaltar el nombre de Dios y reconocerlo como el Dios de nuestro hogar.
**Haga que cada uno de los participantes del Altar Familiar participe en alguna parte de este tiempo. No mire la edad.
OREMOS:
Amado Padre celestial, hoy nos congregamos en este lugar con el único fin de mantener la llama encendida del altar familiar. Mi familia y yo te damos inmensas gracias por todo lo bueno que has sido con nosotros, reconociendo que tu Palabra nos ha dado vida nueva, en el nombre de Jesús, amén.
MEDITEMOS EN FAMILIA:
Cada semana desde que iniciamos este tiempo de Altar Familiar nos reunimos en familia para exaltar y adorar el nombre de Aquel que dio su vida en una cruz para darnos salvación y vida eterna. Hemos venido meditando en el poder creador de Dios a través del primer capítulo de Génesis y es mucho lo que estamos aprendiendo. Lo primero que aprendimos es que tenemos un Dios Todopoderoso, lo segundo, es que cuando todo era un caos el Espíritu de Dios se movía sobre la faz del abismo y cubría toda la tierra. Esto último nos enseñó que nuestro Padre nunca nos abandona en medio de cualquier situación caótica que estemos atravesando, Su presencia siempre nos acompaña y nos ayuda en cualquier desierto o prueba. Su promesa es “no los dejaré ni los desampararé”.
Hoy nos proponemos identificar el poder de Su Palabra. La Biblia dice en Génesis 1:3 “y dijo Dios…” y algo pasó: fue hecha la luz. Cuando la oscuridad cubría la faz de la tierra, Dios trajo la luz a este mundo para que ya no fuese las tinieblas las que prevalecieran sobre Su creación. Esta luz vino a traer algo nuevo y a recordarnos que “una palabra Suya basta para sanar”. Jesús dijo que “cielo y tierra pasarán, pero la palabra de Dios no pasará hasta que ella se cumpla.” Esta promesa debe llenarnos de total confianza en que la Palabra de Dios no regresa a Él vacía hasta que cumpla todo el propósito por cual Él la envía. Isaías 55:10 – 11. Si alguno de nosotros tenemos duda de Su Palabra, este momento podemos aprovecharlo para pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a confiar cada día más en el poder que tiene dicha Palabra. Recordemos que cuando Dios habla los cielos y la tierra se alinean para cumplir Su voluntad. Toda Palabra de Dios es verdadera. Eso es prenda de garantía para esta casa y para cada uno de sus miembros. Oremos pidiendo a Dios que nos revele Su Palabra.
PARTICIPACIÓN EN FAMILIA:
• ¿Hay algún testimonio del poder de la Palabra de Dios en su vida?
• ¿Puede alguien dar gracias a Dios por la fidelidad de Su Palabra?
• Quien dirige el Altar Familiar haga una corta oración de cierre.
CIERRE DE ESTE TIEMPO EN FAMILIA:
• Podemos escoger una canción que exalte al Espíritu Santo, escucharla y cantarla juntos.
• Alguien de los participantes puede hacer una oración de cierre de este tiempo.
• El padre o la madre de la casa que está participando en el altar familiar toma el texto de Números 6:24 – 26, lo lee para todos y bendice a sus hijos. Puede personalizar esta oración: 24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
