“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve ”. Hebreos 11:1. RV60.
Muchas veces nos hemos preguntado sobre la existencia de Dios, y sin decirnos mentiras entramos en duda sobre si Él es real o es un invento humano para justificar aquello que se sale de nuestra mente, o porque no comprendemos la realidad y en muchos casos, no tenemos forma de interpretarla, y pensamos que la mejor manera de obtener un entendimiento es aceptar por fe la existencia de un ser superior. Pero esta aceptación de la existencia de Dios y lo sobrenatural de su ser es muy débil y nunca contribuye a una fe firme que pueda llevarnos a las profundidades del conocimiento de Dios.
La demostración práctica de lo que estamos diciendo la vemos en la cotidianidad, el gran grueso de habitantes de este planeta creen en un ser superior al cual le llaman Dios, bien sea porque crecieron en un entorno religioso o porque culturalmente la nación donde nacieron y viven tienen la idea de la existencia de “un Dios”, pero sus vidas, economía, cultura o espiritualidad no reflejan su fe verdadera en ese ser supremo al que llaman Dios. Tener una vida espiritual no necesariamente es un indicador de conocer al Dios verdadero, hay muchas religiones en este mundo que tienen a “un dios” al que le rinden culto y creencia, pero todas ellas nacieron con el afán de satisfacer la sed de Dios que tiene el espíritu del ser humano, recordemos que fuimos hechos a Su imagen y Semejanza y Él puso de Su Espíritu en el ser que creó. El llamado del Dios que nos creó es a conocerlo, es a un volvernos a Él y tomar nuestra verdadera identidad de hijos Suyos. La fe de los hijos de Dios es sobrenatural, porque esa es nuestra verdadera identidad, porque tenemos de la esencia de Dios, Él nos creó, somos hechura Suya, y diseñados por Él para buenas obras. Cualquier otra fe es solo un intento de saciar la sed de Dios de forma incorrecta.
T.A.S.C.D.
ISAÍAS 12; SALMOS 12
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
ISAÍAS 12; SALMOS 12
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás