Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Hechos 2:38, RV60.
A estas alturas de este estudio sobre la persona del Espíritu Santo debe haber surgido la pregunta y ¿cómo lo recibo o cómo sé que vive dentro de mi, o cómo puedo ser lleno del Espíritu en este tiempo? Bien, el Apóstol Pedro en su primer discurso o predicación del evangelio de Cristo, el cual fue compartido a unos 3.000 hombres sin contar sus mujeres y niños, les expresó que el Espíritu Santo es un regalo (Don) de Cristo para quienes se arrepienten, confiesan sus pecados y el Padre los perdona; entonces, como señal de este arrepentimiento y de su fe, se bautizan en agua.
Es un regalo, es gratis, como la salvación para vida eterna. No tengo que pagar para recibirlo porque Cristo mismo bautiza y llena a quien ansiosamente pide este tipo de bautismo espiritual. La experiencia de la llenura con el Espíritu Santo es muy evidente en varios textos de Hechos de los Apóstoles, a tal punto que una vez un cierto hombre dedicado a la magia y quien se llamaba Simón quiso comprarlo a los discípulos y terminó en cárcel de amargura y hiel. La presencia del Espíritu Santo es vital para que la vida cristiana sea una vida del espíritu y no de la carne, como Pablo lo enseña en varias de sus cartas. Quien manifiesta estar en Cristo y sigue viviendo su vida en pecado, tal como Cristo lo encontró, o no se ha convertido o no ha entendido que hay un ayudador que vive dentro de él y que está listo para ayudarlo en sus debilidades cuando demande de su presencia, como dice Romanos 8:26. Termino diciendo esto: El Espíritu Santo es el regalo de Dios para sus hijos, aprópiate de él y usa este regalo que te acompañará siempre.
T.A.S.C.D.
Oseas 9 - 10
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Oseas 9 - 10
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás