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viernes, 18 de junio de 2021

YA NO SEREMOS COMO NIÑOS - JUNIO 18






14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. 15 Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Efesios 4:14 - 15, NVI.


Uno de los cuidados que tendrá una mente renovada es discernir o escudriñar la verdad para no caer en la trampa de la mentira, que generalmente es traída por el diablo. El Apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios capítulo 13 expresa la madurez es dejar atrás las cosas de niño. Así lo dice: “cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño”. El niño no tiene capacidad para evaluar entre una verdad y una mentira, en su cabeza, para el niño todo es verdad; por eso es zarandeado de un lado a otro si no tiene un tutor que lo lleve a la verdad.

La mente no renovada es como la de un niño, constantemente es bombardeada por ideas erróneas, por propuestas mentirosas y por pensamientos pecaminosos. La única respuesta para que el creyente madure en su forma de pensar la tiene en la Palabra de Dios y la ayuda valiosa del Espíritu Santo. Entre más se adentre en la Palabra, y más cercanía tenga con el Espíritu de Dios llevando una vida de intimidad devocional; entonces, mayor madurez se va dando en sus procesos de pensamientos. De esta forma su manera de tomar decisiones serán de adultos y no de niños. Este es el camino que debemos seguir en nuestra condición de creyentes.




T.A.S.C.D.

Daniel 3 -4



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás