FE GENERACIONAL - MAYO 25

Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa...Hebreos 11:9.RV60

Dios le dijo a Abraam: “Sal de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré”. Él salió tal como Dios so lo pidió. Abandonó toda comodidad y vivir en medio de un entorno seguro y conocido para ir tras una visión.

Es menester hacer memoria que juntamente con el mandato de salir de Ur de los Caldeos, Abraam recibe cuatro promesas: “Haré famoso tu nombre, te bendeciré, tu descendencia será numerosa y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”. El padre de la fe fue a morar a Canaán sin saber que era la tierra que 400 años después Dios le entregaría a su descendencia. Él llegó a la tierra prometida, pero todo lo que allí encontró fue arena y desierto; pero en el cumplimiento del tiempo de Dios Israel recibió una tierra que fluye leche y miel.

Tu fe es generacional, lo que hoy no ves tu siguiente generación la verá por causa de la fidelidad del Dios que lo promete. Abraham sólo vio a Isaac, pero de éste nació Jacob, quien fue el padre de la nación escogida, de Israel. Nuestra fe debe ser tan firme que no podemos volvernos atrás. Abraham, aunque pasó por muchas situaciones adversas, difíciles y sin esperanza, él decidió seguir creyendo a aquella voz celestial que la habló de salir del lugar de su comodidad para ser el padre de generaciones. Abraham creyó y le fue contado por justicia. Y tú ¿puedes seguir creyendo aunque aún no ves lo prometido?

T.A.S.C.D.

Job 25:1 - 26:14


Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás