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miércoles, 5 de mayo de 2021

FE EN JESÚS ES PARA NO VOLVER A PECAR - MAYO 5






26 Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados. 27 Solo queda una terrible expectativa de juicio, el fuego ardiente que ha de devorar a los enemigos de Dios. Hebreos 10:26 - 27, NVI.


De la forma que mires el pecado es de la misma manera como lo evitarás o lo practicarás. Decir que pecamos porque somos débiles y no somos Dios o Cristo, es tratar de mentiroso al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; porque una de las verdades espirituales que afirma la carta a los Hebreos es que Cristo es un Sumo Sacerdote que se identifica con nosotros por medio de la debilidad, porque Él siendo hombre también tuvo que vivir siendo débil, pero sin pecado. Ser tentado no es pecado, pero practicar aquello por lo que somos tentados es el verdadero asunto que resolver por medio de la fe con Dios. Ahora, el autor está diciendo que el pecado que debemos evitar y, yo diría, que huir es el que cometemos deliberadamente. Es aquel en donde estamos empecinados en consumarlo.

¿De qué pecado obstinado está refiriéndose la carta a los Hebreos? Abandonar el cristianismo, porque es abandonar a Cristo mismo. Pero también es que después de haber conocido la verdad que nos hizo libres, ahora tengamos que volver a la esclavitud de la ley, regresando a los antiguos sacrificios que nunca perfeccionaban al pecador, ni lo ponían en comunión con Dios. Debemos recordar que Jesús es la puerta a la salvación que Dios otorga al pecador arrepentido, pero si entro por la puerta y luego salgo por ella estoy quedando por fuera del plan de salvación de Dios que es por medio de fe en Jesús Su Hijo. Cristo puso su vida en propiciación de nuestros pecados. Su sangre santa fue derramada como sacrificio santo y agradable a Dios. Él fue recibido por el Padre después de haber puesto su vida como ofrenda aceptable al Creador. Entonces, ya no hay otra forma de ser salvo, Cristo no vendrá a sacrificarse nuevamente sino a ejercer su autoridad y dominio como Rey. Así que tengamos fe para no retroceder porque todo está consumado.




T.A.S.C.D.

2 Crónicas 17, Cantares 5:2 - 6:3



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás






Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Hebreos 10:39, NVI.


En el libro de Habacuc se registra la frase más contundente y confiable que podemos tener de nuestro Padre celestial nosotros los creyente: “más el justo por su fe vivirá”. Hay dos palabras claves para entender este versículo. La primera es, “justo” y, la otra, “fe”. La vida cristiana es de total y plena certeza de fe. Fe en Dios, en Su Palabra, en sus hechos de poder, en sus milagros y en la provisión que hizo desde antes de la fundación del mundo para la salvación del perdido que se acercara a Cristo Su Unigénito Hijo para recibir salvación, sanidad, liberación y la bendita esperanza de una resurrección de los muertos para venir a gobernar con el Salvador cuando regrese nuevamente, no como siervo sino como Rey de reyes y Señor de señores, como dice el libro de Apocalipsis.

¿Cree que alguien podría regresarse a su mundo de esclavitud y pecado después de haber degustado la salvación por medio de Jesús? Bueno, el escritor de la carta a los Hebreos se vio en la necesidad de escribir este documento para aquellos judíos cristianos que estaban devolviéndose para su anterior religión de muerte, como era la ley de Moisés. Y aunque no lo creamos, en la actualidad hay muchas personas que renuncian de su fe en Jesús y terminan en religiones inventadas por el hombre o en el mismo judaísmo en que cayeron aquel grupo de creyentes destinatarios de aquella Epístola. Por eso es vital hablar en este mes de una fe para no retroceder, porque hoy las presiones del mundo y de las tinieblas se hacen más evidentes en medio del pueblo de Dios, a fin de hacerlos retroceder de su Dios y Salvador. Prepara tu corazón para recibir una palabra de fortaleza que eleve tu fe para no retroceder.




T.A.S.C.D.

2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7



Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:

¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?

¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?

¿Qué pecado te muestra que debes confesar?

¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?

¿Qué mandato o precepto debes obedecer?

¿Qué promesa debes reclamar y por qué?

¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?

¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?

¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?

Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás