Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:23, NVI.
En la Versión TLA, este mismo versículo dice: “Sigamos confiando en que Dios nos salvará. No lo dudemos ni un instante, porque él cumplirá lo que prometió.” Entonces, podemos recalcar que Dios es fiel, que cumple sus promesas y pactos. Si tu vida eterna está sustentada en tu fe en el sacrificio de Cristo y lo que logró delante del Padre al presentar su cuerpo en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, nunca debes dudar que tienes una salvación segura, la cual con nada se pierde. Cuando el profeta Oseas dice que Él echó nuestros pecados a lo profundo de la mar, no usó una figura retórica para hablar sobre el perdón de Dios solamente; también está recordándonos que una vez perdonado Dios no vuelve a vestirse de buzo para ira a recoger en lo profundo del mar lo que ya perdonó para siempre.
Ahora bien, si Dios mantiene fiel su promesa de salvación a favor de su pueblo y su iglesia, es nuestro deber mantener nuestra fe en la trinidad para afirmarnos cada día por medio de la Palabra, la oración, el ayuno y la practica de una vida justa que corresponde a nuestra nueva naturaleza en Cristo. Los creyentes a quien se les escribe Hebreos están muy asustados por las persecuciones que sufrían y estaban prefiriendo renunciar a la fe en Jesús que ser maltratados por el ejercito de Roma o por los vestigios de sacerdocio que quedaban en aquella época crítica en sus vidas. Lo más importante no es declararnos cristianos, sino vivir una fe conforme a esa declaración de confianza, por cuanto Dios es fiel imitemos esa misma fidelidad del Padre celestial y disfrutemos desde ya la eternidad con Cristo antes de encontrarnos con Él. Esto es de gran gozo en medio de las pruebas mientras llegamos a nuestra patria celestial.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 15, Cantares 3:6 - 4:16
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 15, Cantares 3:6 - 4:16
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida. Hebreos 10:39, NVI.
En el libro de Habacuc se registra la frase más contundente y confiable que podemos tener de nuestro Padre celestial nosotros los creyente: “más el justo por su fe vivirá”. Hay dos palabras claves para entender este versículo. La primera es, “justo” y, la otra, “fe”. La vida cristiana es de total y plena certeza de fe. Fe en Dios, en Su Palabra, en sus hechos de poder, en sus milagros y en la provisión que hizo desde antes de la fundación del mundo para la salvación del perdido que se acercara a Cristo Su Unigénito Hijo para recibir salvación, sanidad, liberación y la bendita esperanza de una resurrección de los muertos para venir a gobernar con el Salvador cuando regrese nuevamente, no como siervo sino como Rey de reyes y Señor de señores, como dice el libro de Apocalipsis.
¿Cree que alguien podría regresarse a su mundo de esclavitud y pecado después de haber degustado la salvación por medio de Jesús? Bueno, el escritor de la carta a los Hebreos se vio en la necesidad de escribir este documento para aquellos judíos cristianos que estaban devolviéndose para su anterior religión de muerte, como era la ley de Moisés. Y aunque no lo creamos, en la actualidad hay muchas personas que renuncian de su fe en Jesús y terminan en religiones inventadas por el hombre o en el mismo judaísmo en que cayeron aquel grupo de creyentes destinatarios de aquella Epístola. Por eso es vital hablar en este mes de una fe para no retroceder, porque hoy las presiones del mundo y de las tinieblas se hacen más evidentes en medio del pueblo de Dios, a fin de hacerlos retroceder de su Dios y Salvador. Prepara tu corazón para recibir una palabra de fortaleza que eleve tu fe para no retroceder.
T.A.S.C.D.
2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
2 Crónicas 13, Cantares 1:1 - 2:7
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás