26 Si seguimos pecando después de haber conocido la verdadera enseñanza de Dios, ningún sacrificio podrá hacer que Dios nos perdone. 27 No nos quedaría más remedio que esperar, con un miedo terrible, el juicio final, que es cuando los enemigos de Dios serán destruidos con fuego ardiente. Hebreos 10:26 - 27. TLA.
Cada vez que el escritor de la Carta a los Hebreos expone una doctrina Cristológica en su Epístola, su disertación termina con una advertencia para sus oyentes. Necesitamos hacer memoria que al parecer este escrito teológico sobre la Superioridad de Cristo es para un grupo de creyentes judíos que por temor a la persecución que están viviendo están renunciando a la fe en Jesús el Hijo de Dios, y se están devolviendo a su antigua religión muerta, el judaísmo. En el capítulo 10 desde el versículo 26 en adelante encontramos la quinta advertencia que contiene este documento doctrinal. La misma se propone abrirle los ojos a sus destinatarios para que nunca renuncien a su fe en Cristo, ni quiten su mirada de Él porque después de haberle conocido y experimentado ya no queda ninguna otra forma divina de tratar con el pecado y obtener la salvación que Dios ofrece al pecador por medio de la única gracia posible: El sacrificio perfecto de Jesús.
El seguir pecando del v26, no es otra cosa distinta a volverse a la práctica de los ritos de la ley para lograr el perdón de Dios, apostatando de la fe en Jesús y menoscabando su sacrificio en la cruz. El autor quiere advertir que esos sacrificios fueron obras muertas que nada pudieron hacer para lograr la justicia de Dios. Por siglos se repitieron día a día, pero no lograron su cometido: salvar al pecador. Solo la obra en la cruz del Hijo de Dios hizo en un solo y único sacrificio lo que antes no se había obtenido, por eso, el autor dice que ya no queda más sacrificio, porque la sangre de Cristo no se volverá a derramar en una cruz ya que esto ocurrió en la historia de la salvación; por lo cual, no queda otra forma de expiar la culpa del pecador, ahora hay que apropiarse de ese sacrificio expiatorio como la respuesta de Dios para un mundo perdido por medio de la fe en el Hijo de Dios y así hallar el oportuno socorro que viene del Padre. Hebreos 4:14 - 16.
T.A.S.C.D.
Eclesiastés 11 / 12
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Eclesiastés 11 / 12
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás