6. CRISTO EL UNIGÉNITO HIJO
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: ‘Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy”? Y también: «Yo seré para él padre y él será para mí un hijo”. Hebreos 1:5. RV60.
Lo que el autor de Hebreos intenta decirle a aquellos posibles apóstatas judíos o cristianos, y a nosotros hoy, es que la superioridad de Cristo sobre los ángeles radica en que Él es el unigénito Hijo de Dios. Ningún ángel jamás ha escuchado del Padre “tú eres mi hijo...Yo te engendré”. Solamente lo ha dicho de Jesús. Nosotros y todo nacido de nuevos llegamos a tener ese título de hijos por la fe en Jesús, no por tener la esencia Suya obtenemos ese beneficio y título. La Deidad de Cristo por sí misma denota una posición de superioridad a la de los ángeles o de cualquier otro ser creado.
Tal vez la superioridad de Cristo sobre los ángeles no tenga relevancia en el contexto occidental, pero sí en el en el judío, porque para ellos ese Jesús que vieron como hombre nunca podría ser superior a un ángel, o quizás tal vez Él mismo era un ángel y menos que hubiese muerto y resucitado. Por eso la declaración contundente de la Deidad de Cristo que hace el autor de la carta es un énfasis que quiere mantener en todo su escrito, no como una relvealción sino como una confirmación de lo que ya está escrito de Jesús desde el Antiguo Testamento. Observe como unos grupos religiosos, como los Testigos de Jehová, todavía están tratando de llevar a Cristo al nivel ángel y no de Dios. Hebreos 1, sin embargo, ilustra la verdad de que este Jesús es infinitamente superior a cualquier otro, y todos los ángeles ¿Por qué? Debido a que Jesucristo es su Creador. Termino esta reflexión preguntándote ¿quién es Jesús para ti, Un ángel o es Dios?
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: ‘Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy”? Y también: «Yo seré para él padre y él será para mí un hijo”. Hebreos 1:5. RV60.
Lo que el autor de Hebreos intenta decirle a aquellos posibles apóstatas judíos o cristianos, y a nosotros hoy, es que la superioridad de Cristo sobre los ángeles radica en que Él es el unigénito Hijo de Dios. Ningún ángel jamás ha escuchado del Padre “tú eres mi hijo...Yo te engendré”. Solamente lo ha dicho de Jesús. Nosotros y todo nacido de nuevos llegamos a tener ese título de hijos por la fe en Jesús, no por tener la esencia Suya obtenemos ese beneficio y título. La Deidad de Cristo por sí misma denota una posición de superioridad a la de los ángeles o de cualquier otro ser creado.
Tal vez la superioridad de Cristo sobre los ángeles no tenga relevancia en el contexto occidental, pero sí en el en el judío, porque para ellos ese Jesús que vieron como hombre nunca podría ser superior a un ángel, o quizás tal vez Él mismo era un ángel y menos que hubiese muerto y resucitado. Por eso la declaración contundente de la Deidad de Cristo que hace el autor de la carta es un énfasis que quiere mantener en todo su escrito, no como una relvealción sino como una confirmación de lo que ya está escrito de Jesús desde el Antiguo Testamento. Observe como unos grupos religiosos, como los Testigos de Jehová, todavía están tratando de llevar a Cristo al nivel ángel y no de Dios. Hebreos 1, sin embargo, ilustra la verdad de que este Jesús es infinitamente superior a cualquier otro, y todos los ángeles ¿Por qué? Debido a que Jesucristo es su Creador. Termino esta reflexión preguntándote ¿quién es Jesús para ti, Un ángel o es Dios?
T.A.S.C.D.
Marzo 8
2 Reyes 3 - 4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Marzo 8
2 Reyes 3 - 4
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás