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4. La Deidad de Cristo
Y: "Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.” Hebreos 1:10 - 12. NBLA.
La afirmación más reiterada y repetida en la carta a lo Hebreos es la Deidad de Cristo. Esta declaración en los dos primeros capítulos es muy importante que la retengamos en lo profundo de nuestra mente y corazón porque es el eje central de toda la enseñanza que se encuentra en la Epístola. Probablemente la persecución que vivían los cristianos a quienes se le dirige esta carta les estaban haciendo dudar de si Jesús era el Hijo de Dios, que en su orden de trascendencia significaba que era Dios, porque era el reflejo de su sustancia y gloria. Ellos habían creído en Jesús como Su salvador y Señor, pero cuando el peligros asedia la vida de un recién convertido, volverse atrás es más fácil que continuar un camino del cual tal vez no tangan total certeza de ser el verdadero.
El escritor ratifica la Deidad de Cristo tomando como referencia muchos de los Salmos donde hay registros de quién es Dios y del poder que tiene. Lo hace con la finalidad de mostrarles a aquellos posibles apostatas de la fe que la descripción del Dios que se encuentra en los Salmos es la de aquel Jesús en quien depositaron su confianza para ser salvos. Describir la Eternidad de Cristo es demostrar que Dios y Él (Jesús) es uno solo. Que Su encarnación temporal fue con la finalidad de reconciliar al mundo con Su Padre como fue el plan diseñado desde antes de que el mundo se fundara. Si Jesús no es Dios para tí las presiones y persecuciones te harán desertar y apostatar de la fe. Cuídate y cuida esta salvación tan grande y sigue confiando en tu Salvador.
Y: "Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos; Ellos perecerán, pero tú permaneces; y todos ellos como una vestidura se envejecerán, y como un manto los enrollarás; como una vestidura serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no tendrán fin.” Hebreos 1:10 - 12. NBLA.
La afirmación más reiterada y repetida en la carta a lo Hebreos es la Deidad de Cristo. Esta declaración en los dos primeros capítulos es muy importante que la retengamos en lo profundo de nuestra mente y corazón porque es el eje central de toda la enseñanza que se encuentra en la Epístola. Probablemente la persecución que vivían los cristianos a quienes se le dirige esta carta les estaban haciendo dudar de si Jesús era el Hijo de Dios, que en su orden de trascendencia significaba que era Dios, porque era el reflejo de su sustancia y gloria. Ellos habían creído en Jesús como Su salvador y Señor, pero cuando el peligros asedia la vida de un recién convertido, volverse atrás es más fácil que continuar un camino del cual tal vez no tangan total certeza de ser el verdadero.
El escritor ratifica la Deidad de Cristo tomando como referencia muchos de los Salmos donde hay registros de quién es Dios y del poder que tiene. Lo hace con la finalidad de mostrarles a aquellos posibles apostatas de la fe que la descripción del Dios que se encuentra en los Salmos es la de aquel Jesús en quien depositaron su confianza para ser salvos. Describir la Eternidad de Cristo es demostrar que Dios y Él (Jesús) es uno solo. Que Su encarnación temporal fue con la finalidad de reconciliar al mundo con Su Padre como fue el plan diseñado desde antes de que el mundo se fundara. Si Jesús no es Dios para tí las presiones y persecuciones te harán desertar y apostatar de la fe. Cuídate y cuida esta salvación tan grande y sigue confiando en tu Salvador.
T.A.S.C.D.
Marzo 6
1 Reyes 21 - 22
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
Marzo 6
1 Reyes 21 - 22
Toma un cuaderno y responde las siguientes preguntas inductivas:
¿Quién es Dios en el pasaje que escogiste?
¿Qué te enseña acerca de Él o de ti?
¿Qué pecado te muestra que debes confesar?
¿Qué actitud te muestra que debes corregir o mantener?
¿Qué mandato o precepto debes obedecer?
¿Qué promesa debes reclamar y por qué?
¿Qué ejemplo debes seguir, o por el contrario, debes evitar?
¿Qué te dijo Dios. Cómo escuchaste Su voz en este pasaje?
¿Cómo responderás a Dios por lo que te habló hoy?
Recuerda leer el capítulo y escoger la porción de la Escritura en donde meditarás
