COMPASIÓN
“Por sus misericordias no hemos sido consumidos” expresa permanentemente el libro de los Salmos. Y es que una de las perfecciones más sublime de nuestro Dios es su compasión y misericordia. Esa es su gracia maravillosa. Un Dios tres veces santo se acerca al hombre pecador, al que un día lo ofendió en el Edén con el fin de darle la oportunidad de que se arrepienta, confiese sus pecados y reciba de todo su amor y perdón. Dios quiere hacernos volver a su casa. Nuevas son cada mañana sus misericordias. Sonríe.
La compasión de Dios no es una debilidad de su carácter, todo lo contrario, es su mayor fortaleza, es Su carácter en acción. Por eso cuando alguien dice que no es sabe o no quiere perdonar se hace superior a Dios y superior a Su carácter. El perdón es un regalo del cielo producto del corazón compasivo y misericordioso de nuestro padre celestial; pero para recibirlo debemos ir a Él con un corazón contrito y humillado, porque a alguien así Dios no lo desprecia. Corre a los brazos de Papá como lo hizo el hijo pródigo, porque hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente.
“Por sus misericordias no hemos sido consumidos” expresa permanentemente el libro de los Salmos. Y es que una de las perfecciones más sublime de nuestro Dios es su compasión y misericordia. Esa es su gracia maravillosa. Un Dios tres veces santo se acerca al hombre pecador, al que un día lo ofendió en el Edén con el fin de darle la oportunidad de que se arrepienta, confiese sus pecados y reciba de todo su amor y perdón. Dios quiere hacernos volver a su casa. Nuevas son cada mañana sus misericordias. Sonríe.
La compasión de Dios no es una debilidad de su carácter, todo lo contrario, es su mayor fortaleza, es Su carácter en acción. Por eso cuando alguien dice que no es sabe o no quiere perdonar se hace superior a Dios y superior a Su carácter. El perdón es un regalo del cielo producto del corazón compasivo y misericordioso de nuestro padre celestial; pero para recibirlo debemos ir a Él con un corazón contrito y humillado, porque a alguien así Dios no lo desprecia. Corre a los brazos de Papá como lo hizo el hijo pródigo, porque hay fiesta en el cielo cuando un pecador se arrepiente.
Escribe Salmos 145:8-9
________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
¿QUÉ TE DIJO DIOS?
__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________