“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. Génesis 1:26.
La palabra personalidad proviene del latín “personaban” que indica una forma de ser, o una estructura del ser. Éste termino griego se refería en la época del teatro griego al actor que representaba a un personaje que para lograr una mejor impresión del mismo delante del público usaba una máscara con el fin de no ser identificado y dar un mayor énfasis al personaje que representaba. De allí se desarrolla el concepto que hoy conocemos como personalidad desde el punto de vista de la psicología humana.
La personalidad hace hincapié a la persona como tal. Una persona es aquella que tiene tres componentes esenciales en su ser: Mente, emociones e inteligencia. Nosotros somos hechura suya, por lo cual somos a su imagen y semejanza. Y Dios en su esencia es una persona divina, no porque tenga un aspecto físico, sino porque posee los atributos que Él mismo le dio al ser humano. El Espíritu Santo es una persona. Él posee los atributos de un ser humano. Tiene mente (Piensa), tiene emociones (Corazón) y tiene Voluntad (Capacidad de tomar decisiones por sí mismo). Aunque su nombre es Espíritu, no indica que no sea una persona. En efecto la Biblia nos dice que lo es. Así que si quieres tener amistad con el Espíritu Santo, lo primero que debes hacer es reconocerlo como persona; sí como la persona de Dios en tu vida. Eso te permitirá disfrutar de su presencia y compañía como el Dios que está con nosotros.
Leer: Génesis 43 - 44
Para pensar:
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.
