El rey habló a Daniel, y dijo: En verdad que vuestro Dios es Dios de dioses, Señor de reyes y revelador de misterios, ya que tú has podido revelar este misterio. Daniel 2:47.
Sabemos que no hay otro “dios o dioses”, y así aparentemente lo reconoció Nabucodonosor, pues, se arrodilló delante de Daniel para reconocer la grandeza del Dios de aquel joven, a través del cual el verdadero y único Dios reveló el sueño y la interpretación que el rey demandaba se le narrara e interpretara, asunto que resolvió aquel hombre hallado diez veces mejor.
El asombro de Nabucodonosor no produjo una conversión en su vida, sólo un reconocimiento del Dios de Daniel, el cual era más Dios que cualquiera de las otras naciones. Esto es muy frecuente hoy día también. Muchas personas experimentan el poder y la grandeza de Dios, pero no se convierten. No entregan su vida a Dios. Se quedan con el milagro y el asombro, pero no con el Dios creador de los cielos y la tierra; y después de Él no hay otro. Tal vez Dios te dice hoy: “No me reconozcas como un dios, reconóceme como tu Único y Verdadero Dios y entrégame tu corazón”. Eso es lo más importante que espero de ti.
Leer: Miqueas 5 - 7
Lectura complementaria: Abdías 1
Para pensar:
Lectura complementaria: Abdías 1
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.