...porque ellos serán saciados. Mateo 5:6. RV60.
¿Saciados de qué? Es la pregunta que nos haríamos acerca de la felicidad de un justo. Para “El pobre en espíritu” su recompensa es el Reino de los cielos. Para los que “lloran” su recompensa es ser consolados. Para los “mansos” su recompensa es heredar la tierra, y para el que “tiene hambre y sed de justicia” su recompensa es ser saciado.
El ser humano desde que fue separado de la gloria de Dios ha tenido hambre y sed de reconocimiento, de éxito, de poder, de autoridad, de más cosas materiales, de felicidad; pero cuando todo esto llega a su vida, el estado de ansiedad o de gran esfuerzo con que la consigue es tan grande que termina cansado y la felicidad que esperaba tener por el logro termina llevándolo nuevamente a un vacío del alma. Pero no sucede lo mismo con el hombre que ha puesto su vida en posición correcta con Dios. Él alcanza su nivel de plenitud en Cristo, por su identidad como hijo, y es llevado a ser una persona llena de Dios y por ende buscador de Su Reino y Su justicia. Eso lo acredita como alguien pleno y satisfecho en todos sus asuntos. No hay vacíos porque la Cristo es su plenitud en todo.
Leer: Lamentaciones 4
Lectura complementaria: Lamentaciones 5
Para pensar:
Lectura complementaria: Lamentaciones 5
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.