En contraste con el Antiguo Pacto donde los sacrificios que le presentaban a Dios los sacerdotes era de animales muertos, los cuales se colocaban en el altar del holocausto donde se consumía totalmente con el fin de ser aceptado delante de Dios y recibir su perdón y justificación por un año, con el sacrificio que se presenta en el Nuevo Pacto es que en este último los sacrificios que se le presenta a Dios es de personas vivas, en las cuales el altar es su propio corazón.
Ahora no es un culto para ser perdonado temporalmente, sino uno a la razón, llamado también adoración, en el cual colocamos aquellas cosas que nos cuestan trabajo despojarnos de ellas: Orgullo, prepotencia, arrogancia, pecados sin confesar o cualquier otra forma de falta de humildad. La santidad de su iglesia es el culto que Dios está demandando. Es un culto, no para ser perdonado porque ya eso ocurrió en Cristo, sino un culto a la humildad que es la nueva unción de los que somos
reyes y sacerdotes como lo somos los hijos de Dios.
Leer: Cantares 6
Lectura complementaria: Cantares 7
Para pensar:
Lectura complementaria: Cantares 7
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.