El libro de Job nos presenta de manera brillante cinco acciones que debemos ejecutar para procesar correctamente el dolor y la prueba, no importando la familia, la cultura, el temperamento y el género.
1. Debemos prestar atención al dolor y expresarlo. Dos tercios de los Salmos son quejas ante Dios. Jeremías escribió un libro que se llamó Lamentaciones. David lloró la muerte de su mejor amigo, Jonatán y escribió un Salmo para él.
Saber esperar en Dios en medio de tu confusión. El Salmo 37:7 nos exhorta a esperar en Dios en silencio y con paciencia. Y el Salmo 46:10 nos insta a estarnos quietos para luego reconocer la grandeza del Dios que tenemos.
3. Reconoce tus límites y acéptalos, esto te hará más dependiente de Dios. Dios le expresa al Apóstol Pablo que Su poder se manifiesta en la debilidad del hombre. Si tus debilidades son las que más afloran es porque mayor gloria vas a ver en todo lo que hagas confiando en tu Padre celestial.
Leer: Éxodo 2
Lectura complementaria: Éxodo 3
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?