El Sabbat y la Oficina diría es el centro de una vida espiritual contemplativa unida a una emocionalidad plena y restaurada. En ambas disciplinas se encuentra la esencia del saber por qué detenernos para rendirnos a Dios en confianza y adoración.
Cuando el Sabbat y la Oficina diaria son pilares de nuestra identidad como hijos y el reconocimiento de que dependemos de un Padre celestial que nos ama, nuestros afanes por el éxito, alcanzar mayores logros y vivir en constante productividad disminuyen y nos colocamos a merced de las promesas que están al servicio de nosotros sus hijos amados. Confiamos más en Dios y nuestra vida entra en un deleite nunca esperado, tal como el Salmo 37:4 lo define con exactitud.
Conocer nuestros límites y no intentar rebasar lo que Dios puso es el camino para alcanzar una espiritualidad activa es lo que nos lleva a una rendición pasiva que nos permite experimentar más la presencia real de Dios en cada aspecto y área de nuestra vida.
Leer: Éxodo 12
Lectura complementaria: Éxodo 13
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿Qué me dice Dios?